domingo, 7 de diciembre de 2014

La Llena de Gracia

De la serie "De Jacinto y Celeste" num 9


Nos encontramos en esos días que el almanaque sevillano marca de celeste en los que celebramos la fiesta mariana por excelencia de ésta ciudad, que antes que Roma proclamó al mundo entero que María fue Concebida Sin Pecado Original.

Especial significación tienen estos días en la Primitiva de los Nazarenos de Sevilla, abanderados (de blanco) en la defensa de este dogma, de cuyo solemne voto -hasta derramar la sangre si fuese menester- se cumplen 4 siglos el próximo 29 de septiembre de 2015, 200 años antes que SS Pio IX en la Ineffabilis Deus proclamara: declaramos, afirmamos y definimos que ha sido revelada por Dios, y de consiguiente, qué debe ser creída firme y constantemente por todos los fieles, la doctrina que sostiene que la santísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de culpa original, en el primer instante de su concepción, por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo, salvador del género humano.” 400 años de historia Inmaculista, en la que el paso del tiempo también ha influido en la forma de referirnos a esta Gloria sin igual de la Stma. Virgen María.

Precisamente esta efeméride es el núcleo que vertebra el vistosísimo altar que la priostía de la Archicofradía de la Santa cruz en Jerusalén ha preparado para celebrar los días grandes de quien es la auténtica “Gloria de los Nazarenos de Sevilla”. Es el logotipo creado por la hermandad para este aniversario quien da las claves para entender este montaje. El escudo de la Hermandad con la Inmaculada en su centro y rodeado del lema que aparece en nuestra Bandera Blanca, creada como seña y recuerdo de este voto: “Quis Sicut María Mater Dei Absquelabe Concepta” Quien Como María Madre de dios Concebida Sin Pecado. Dicho escudo aparece en dos mitades a la izquierda concebido como un grabado al uso de 1615 y a la derecha como una ilustración moderna a color.

Corona el altar un frontal gigante que lo abarca integro de lado a lado en el que figura este famoso lema de 1615 y que está realizado como si fuese una bambalina del paso de palio, guardando el diseño que Herminia Álvarez Udell y Olmo crearon para la cofradía.
Foto: José Manuel Morán @JMMoran94

María Stma. De la Concepción está entronizada en el altar como Ella es: de Inmaculada, con la media luna a los pies y vestida de Jacinto y Celeste, a la usanza con la que N.H. Francisco Pacheco solía representar sus inmaculadas y que transmitió a su yerno Diego Velázquez. Custodiando a María están los ángeles enviados por Dios de entre la legiones divinas para que protejan a la que Es más Pura que el Sol y más hermosa que las perlas que ocultan los mares, mientras la observa desde la bóveda de la Real Iglesia.
Foto: José Manuel Morán @JMMoran94
En el dosel que enmarca la imagen de la Stma. Virgen aparece la inscripción “LA LLENA DE GRACIA” en referencia a la forma como actualmente nos referimos a la Inmaculada. Con esto hacemos referencia a esos 4 siglos transcurridos, lo mismo que en el logotipo del centenario. Si en 1615 nos referíamos a la Inmaculada como la que NO tiene pecado, en 2014 nos referimos a ella como La que solo tiene Gracia de Dios –Llena estás de Gracia que le dijo el Arcángel San Gabriel en la Anunciación- y está tan llena de Gracia que no hay sitio en Ella para nada más, y por supuesto tampoco para el pecado.

Según nos dice D. Antonio María Calero de los Ríos, predicador de éste triduo y que es miembro de la Pontificia Academia Mariológica Internacional, es mejor decirle cosas en positivo a la virgen (la llena de gracia) que no decir las cosas en negativo como se hizo durante siglos, es decir negando el pecado. Cuando algo es bonito decimos que es bonito y no que “no es feo”.

Por tanto el altar aglutina esos 4 siglos transcurridos en la forma de describir a la Inmaculada desde el “Quien cómo María” de 1615 hasta “La Llena de Gracia” de 2014, siendo la suma de ambos la “Toda Pulcra” María Santísima de la Concepción.

Foto: Fernando Solano Vazquez
Como es habitual complementan el altar las insignias inmaculistas de la hermandad, además de la Bandera Blanca en recuerdo del voto, el Guión Romano, en recuerdo de la proclamación del dogma, y también la Espada en recuerdo de la sangre como el Cirio Votivo en recuerdo de dar la ¨luz” sobre la creencia inmaculista. Curiosamente se da a circunstancia que el cirio votivo de este año 2014 pintado por N.H. Carlos Peñuela reproduce a la Inmaculada que Grosso pintase en el cuadro de la alegoría del dogma por el centenario de su proclamación y que se ubica en la Patriarcal Hispalense sobre la puerta de la Concepción, y que de jacinto y celeste reproduce la cara de la que es todo Esperanza.

Cuando mañana en la Función en su honor, recemos el ángelus con el evangelio de Lucas, recordando a la Llena de Gracia, nos uniremos una vez más a todos aquellos primitivos nazarenos que nos precedieron y muy especialmente con aquellos que hace 400 años formularon el voto Inmaculista que orló de celeste nuestro escudo, y muy especialmente nos uniremos a N.H. Miguel Cid y sus coplas “Todo el mundo en General” que también han sido testigo de esos 4 siglos transcurridos, desde la música original del Padre Bernardo del Toro y Francisco Correa de Arauxo hasta las más actuales de Hilarión Eslava, pero que tenga la música que tenga siempre proclama que “Fuisteis Concebida Sin Pecado Original”.

Foto: José Miguel García Galvez

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