sábado, 22 de febrero de 2014

Febrero



Escrito para el Blog "El Pertiguero de Sevilla" http://pertiguerosevilla.blogspot.com.es/

Foto: Alejandro Siguenza @Alesignav
Foto Antonio Rubén González Arellano @AntonioRubn
El tiempo no se detiene. Pasamos de Enero a Febrero sin darnos cuenta, enganchados a ese abrazo del Dulcísimo Nazareno que celebra su presentación al templo y la Purificación de su Madre, y el abrazo de Nicodemo y Arimatea al cuerpo inerte de Jesús ante la Quinta Angustia de su Madre. Comienza el mes de la Candelaria con cultos en su hermandad del Martes Santo, en las Angustias de los Gitanos y la Angustia Universitaria; María nos ofrece su mano como en su día ofrendó las tórtolas en el templo como signo de su purificación, nosotros le depositamos un beso en prueba que Ella no necesita ser purificada pues “es más pura que el sol, más hermosa que las perlas que ocultan los mares…”

Foto: José Varas @Josemanuelcofra @FotosVaras
Sigue siendo mes del Nazareno, en San Isidoro recordamos sus Tres Caídas en la otra novena que pervive en nuestras cofradías: “Oh, amor misericordioso que trueca la sangre en lirios, dulces flores de martirios, caídas de salvación.” Comenzamos los Viacrucis en San Julián, que nos acercará a su Buena Muerte y donde ya somos conscientes que no hay vuelta atrás. Febrero es el tiempo en que más que nunca vamos contando esos días que nos quedan hasta Semana Santa, famosas pizarras en La Pajarita o en el Uno de San Román entre otras, y en ese camino a la cuaresma nos encontramos con los cultos de la Exaltación, Jesús Despojado, Siete Palabras, en ellos y “desde la Cruz da al pecador enseñanzas de su amor”.

Foto: José Manuel Morán Sánchez @JMMoran94
Apoteosis del gozo, todo en este mes nos va dando pistas de los días grandes que se nos vienen; el azahar asoma tímidamente en los naranjos de la ciudad, los días nos regalan más minutos de luz. Llegamos al carnaval, y con él el primero de los Septenarios y baile de Seises en la Catedral en un triduo tan desconocido como íntimo y solemne. En San Juan de la Palma recordamos esos Siete Dolores de las más Amarga de todas las Marías que, en un dialogo sin igual con el discípulo amado, cierra este Febrero volviendo a mirar a la fiesta de la Presentación de su Hijo en el Templo con que lo empezábamos, teniendo presente al anciano Simeón: “Un profeta, con fúnebre calma, te llenó de Amargura y dolor”

Es tiempo de meditación en el Arenal por la Misericordia de Cristo ante la Piedad de su Madre; en la Anunciación Jesús con la Cruz al hombro nos ofrecerá esa Mano que “sola vale la salvación del mundo” y en San Lorenzo la Virgen bajará de su altar un año más porque le consolemos su profunda pena, su tremenda Soledad.
Foto: http://bajotubanzo.blogspot.com.es/

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