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Foto: Alejandro Siguenza @Alesignav |
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Foto Antonio Rubén González Arellano @AntonioRubn |
El tiempo no se
detiene. Pasamos de Enero a Febrero sin darnos cuenta, enganchados a ese abrazo
del Dulcísimo Nazareno que celebra su presentación al templo y la Purificación
de su Madre, y el abrazo de Nicodemo y Arimatea al cuerpo inerte de Jesús ante la Quinta Angustia de su Madre. Comienza el mes de la Candelaria con cultos en su hermandad del
Martes Santo, en las Angustias de los Gitanos y la Angustia Universitaria;
María nos ofrece su mano como en su día ofrendó las tórtolas en el templo como
signo de su purificación, nosotros le depositamos un beso en prueba que Ella no
necesita ser purificada pues “es más pura que el sol, más hermosa que las
perlas que ocultan los mares…”
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Foto: José Varas @Josemanuelcofra @FotosVaras |
Sigue siendo mes del
Nazareno, en San Isidoro recordamos sus Tres Caídas en la otra novena que pervive
en nuestras cofradías: “Oh, amor misericordioso
que trueca la sangre en lirios, dulces flores de martirios, caídas de
salvación.” Comenzamos los
Viacrucis en San Julián, que nos acercará a su Buena Muerte y donde ya somos
conscientes que no hay vuelta atrás. Febrero es el tiempo en que más que nunca
vamos contando esos días que nos quedan hasta Semana Santa, famosas pizarras en
La Pajarita o en el Uno de San Román entre otras, y en ese camino a la cuaresma
nos encontramos con los cultos de la Exaltación, Jesús Despojado, Siete
Palabras, en ellos y “desde la Cruz da al pecador enseñanzas de su amor”.
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Foto: José Manuel Morán Sánchez @JMMoran94 |
Apoteosis del gozo,
todo en este mes nos va dando pistas de los días grandes que se nos vienen; el
azahar asoma tímidamente en los naranjos de la ciudad, los días nos regalan más
minutos de luz. Llegamos al carnaval, y con él el primero de los Septenarios y
baile de Seises en la Catedral en un triduo tan desconocido como íntimo y
solemne. En San Juan de la Palma recordamos esos Siete Dolores de las más
Amarga de todas las Marías que, en un dialogo sin igual con el discípulo amado,
cierra este Febrero volviendo a mirar a la fiesta de la Presentación de su Hijo
en el Templo con que lo empezábamos, teniendo
presente al anciano Simeón: “Un profeta,
con fúnebre calma, te llenó de Amargura y dolor”
Es tiempo de
meditación en el Arenal por la Misericordia de Cristo ante la Piedad de su
Madre; en la Anunciación Jesús con la Cruz al hombro nos ofrecerá esa Mano que “sola vale la salvación del mundo” y en
San Lorenzo la Virgen bajará de su altar un año más porque le consolemos su
profunda pena, su tremenda Soledad.
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Foto: http://bajotubanzo.blogspot.com.es/ |
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