sábado, 22 de abril de 2017

No llamadme vísperas

Publicado en el Blog "El Sanedrín" de la web ElCostal.org



Cuando hablamos de Semana Santa, hablamos de una fiesta con casi 700 años de historia. Si, digo bien, Fiesta. Porque lo que evidentemente tiene su origen en una manifestación de fe y catequesis ha calado tan hondo en el alma del pueblo que lo ha convertido en algo tan suyo y propio que no existe calificativo mejor, teniendo en cuenta que aparte el carácter penitencial de las hermandades la salida de las cofradías constituye una verdadera celebración de las mismas, las familias que las componen y los barrios donde pertenecen.

Esta longevidad viene sin duda avalada por la capacidad de adaptación de las corporación a los diferentes momentos históricos que les ha tocado vivir adecuándose a los cambios no solo políticos, sino también religiosos, porque aunque muchas veces se tache de inmovilista a la Iglesia, una sola mirada a su historia, sobre todo a la más reciente nos revela un gran número de cambios en su seno de los que las cofradías no solo no son ajenos sino que los han asumido con total naturalidad.

Muy a tener en cuenta también ha sido la expansión de la ciudad, sobre todo en los últimos 50 años con la creación de un gran número de barrios extramuros que han ido absorbiendo una grandísima parte de la población de la urbe y que poco a poco, han ido creando sus propias hermandades precisamente para atender las necesidades de los mismos, algo tan simple como tener la cercanía de las imágenes para poder visitarlas en la vida cotidiana y a través de ellas, dirigir sus oraciones a Jesús y a María.

Estas hermandades en su mayoría realizan su estación de penitencia en los días previos al Domingo de Ramos, denominándose por tanto hermandades de vísperas, pero sinceramente deberíamos recapacitar ante esta denominación: el propio término “víspera” hace referencia a lo que antecede a un día concreto, así la nochebuena es la víspera de navidad, por tanto hermandades de vísperas seria decir que anteceden a la Semana Santa y creo que esto no les hace justicia teniendo en cuanta la labor que estas hermandades realizan a diario en sus respectivos barrios.

Aparte la tarea catequética, de formación y evangelización que les es propia a las hermandades hay que sumar todas las labores de acción social que realiza: atención a los necesitados, reparto de alimentos a quien no tiene medios, comedores sociales, donaciones de sangre, atención a mayores y desempleados, y también muy especialmente atención a los más jóvenes. Ante esta realidad, ¿quién puede decir que esto no es Semana Santa Plena?

Para referirnos a las vísperas, como lo que antecede al domingo de ramos, tenemos los besapiés y besamanos del viernes de dolores, la función principal a la Virgen del Valle con su majestuosa Misa de Gómez Zarzuela, los viacrucis y traslados a su paso del Señor Descendido de la Sagrada Mortaja, del Cristo de la Veracruz, del Señor del Descendimiento de la Quinta Angustia, los besamanos de la Soledad de San Lorenzo o la Virgen de los Dolores de San Vicente, y ya el sábado de pasión del traslado del Cristo de la Divina Misericordia de las Siete Palabras o el imponente traslado del Cristo del Calvario.
No llamadme vísperas, porque esto es Semana Santa Plena. No tendrán los siglos de historia de otras corporaciones pero ¿quién pone en duda la labor que realizan? ¿Por qué no las llamamos, por ejemplo, Hermandades de Pasión atendiendo a los días en que salen? Porque no hay más Pasión que ver a un barrio volcado con su hermandad. Que Dios os bendiga.
Foto: Javier Abad www.elcostal.org
 

Mayoría de edad

Publicado en el Blog "El Sanedrín" de la web ElCostal.org





Os escribo esta carta, mis queridas hijas, porque habéis cumplido ya los 14 años y habéis jurado las reglas de la hermandad. En nuestro mundo cofrade esto es llegar a la mayoría de edad, dejáis de estar en el lado de los niños para pasar al de los mayores,  vestiremos juntos el habito penitencial y desde ahora  jugáis en primera división.

Porque vestir la túnica, que a todos nos hace iguales, nos ayuda a buscar nuestro interior para poder pensar y meditar sobre la Pasión del Señor, llevando la Cruz a imagen del Nazareno o dando Luz a su camino. Túnica que nos hace estar revestidos de Cristo acompañándole, tras la Santa Cruz de Jerusalén, en su caminar hacia el calvario mientras vamos a buscarle en su real presencia del Sacramento Eucarístico, en unión de nuestros hermanos, al monumento de la catedral cada viernes santo, y a la vez cada uno en su propia soledad interior mientras hacemos examen de nosotros mismos y hablamos con El en ese peregrinar a la “Jerusalén de la ciudad”, pero hemos de tener siempre presente que los “primitivos” debemos “vestirnos de nazareno” no solo en semana santa, sino cada día del año, pues hemos de ser imitadores de Jesús Nazareno y esto es dar ejemplo de buenos cristianos, lo que en definitiva no es más que ser buenas personas y ser transmisores de alegría entre nuestros semejantes.

Jugar en el equipo de los mayores es recoger el testigo que ellos nos dejaros y seguir su ejemplo. Sois continuadoras de la herencia que de ellos recibimos hace casi 700 años y es nuestra obligación seguir su tarea, para que así como vosotras ahora la recibís, también podáis transmitirla a vuestros hijos y a las generaciones futuras.

Nuestra bandera, la autentica “gloria de los nazarenos”, es la proclamación y defensa de la Pureza Inmaculada de María, quien por Gracia especial del Altísimo está tan “Llena de Gracia” que no hay lugar en Ella para el pecado, ni siquiera el original. Sed siempre Luz para nuestra Madre Celestial, “la más bella nazarena”, y Espada para quien ose mancillar su nombre.

Esta es vuestra hermandad, vuestro legado recibido. Cuando estéis en el patio y os nombren para ir a vuestro sitio en la cofradía, cuando digáis “está”, tened presente a todos vuestros hermanos que forman en las filas junto a vosotras incluyéndome a mí, porque desde ahora ya no somos padre e hijas, sino hermanos todos en Jesús Nazareno, y recordad también a todos los que también dicen “está” en el patio del Cielo, pues de ellos aprendimos, y aunque físicamente les echemos de menos, siempre les sentimos junto a nosotros porque viven en nuestro recuerdo y nuestra memoria.

Es vuestro momento y de vosotras depende cuidar la hermandad para que perdure. Ahora disfrutadla junto a vuestros hermanos. Por mi parte solo me queda deciros que os quiero y que os deseo una Buena Estación de Penitencia.

(Dedicado a mis hijas y a los hijos de todos los cofrades)

Foto: Fran Silva @_Fransilva_

viernes, 7 de abril de 2017

El Cirio Votivo 2017




“Fue privilegio especial
el ser de Dios, defendida
porque fuisteis concebida
sin pecado original.”

Palabras de Miguel Cid en honor a “la más bella nazarena” quien por privilegio especial del Altísimo fue tan llena de Gracia que no cabe en ella pecado, ni siquiera el original. Santo y Seña de la Hermandad de los Nazarenos de Sevilla es la Bandera Blanca que recuerda el voto realizado en 1615 en defensa de esta, entonces piadosa creencia, y hoy dogma de la Iglesia y que para completar su simbolismo se acompaña de la espada y del cirio votivo.

Cirio votivo que este año ha realizado mi hermano y amigo Manuel Martínez García. En una composición original representa piramidalmente lo divino y el pecado y como centro la Inmaculada.

En lo más alto se sitúa Dios como Espíritu Santo que irradia su Gracia a quien va a ser la madre de su Hijo. En la parte inferior está el demonio en forma de sierpe sobre una yedra insinuada que simboliza el pecado. La sierpe con su garra izquierda sostiene una calavera, símbolo del pecado en los hombres y la penitencia que hemos de realizar. Sobre la serpiente una nube de tres querubines sostienen a la Augusta Señora y el de la izquierda mira desafiante al demonio avisándole que sobre él está la mujer que le herirá la cabeza, y la Virgen mira con benevolencia a este querubín.

Una pintura para contemplar, admirar y para reflexionar, y sobre todo para adorar el próximo Viernes Santo a Jesús Sacramentado en el monumento de la catedral. Enhorabuena Manuel y buena estación de penitencia a todos.



Enderezar los renglones

Publicado en el Blog "El Sanedrín" de la web ElCostal.org




-          Papá, quiero bautizarme.

David estudia primero de la ESO. Es un chico normal y corriente al que sus padres decidieron no bautizar cuando nació, pues no son personas religiosas y entienden que cada uno tiene la libertad de elegir el camino que quiera seguir en la vida.

-          Papá, quiero bautizarme.

-        David, ya tienes 13 años y eres lo suficientemente mayor para saber si estás seguro de lo que quieres hacer. Debes tener en cuenta que lo hagas ya es para toda tu vida.

-          Sí papá, quiero bautizarme y apuntarme a la cofradía del tito Antonio.

-          Pues entonces vamos a decírselo a tu tío…

Si algo hubo que llenó de alegría al tito Antonio fue el mensaje de su sobrino pidiendo el bautismo. Hombre de fe, heredada de su padre, y comprometido con su cofradía, no pudo menos que sentir una fuerte emoción, y es que además de seguir a Jesús quiere pertenecer a su hermandad. Presto se puso a preguntar entre su familia y amigos como se  ha de actuar en estos casos, y es que es muy importante ganar un alma para el Señor. Justo en el domingo que celebramos el milagro de Lázaro devuelto a la vida, Jesús nos regala un nuevo milagro regalando su gracia en esta familia, porque “no he venido a salvar a los justos, sino a los pecadores” y “habrá más gozo en el cielo por un alma nueva que se convierte que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse”.

No sé qué peso habrá tenido en la decisión de David el querer formar parte de la hermandad de su tío, pero aunque solo fuese por este motivo ¿le quita valor a su decisión? No, por supuesto que no. De hecho las hermandades tienen en parte su origen en la necesidad de sacar los misterios de la pasión del Señor a las calles para catequizar al pueblo que ni sabía leer ni escribir, ni tenía libros para hacerlo.

Porque para eso Jesús Nazareno mientras abraza la cruz mira hacia la izquierda, donde en el juicio final estaremos los pecadores, porque con uno solo que al mirar los ojos del Nazareno sienta necesidad de El ya habrá sido bueno su sacrificio. O esa mano siempre tendida del Señor de la Cruz al Hombro de la hermandad del Valle, preparada siempre para todo aquel que quiera aferrarse a ella y seguir a Jesús. Porque los brazos abiertos del Señor Despojado de sus vestiduras, de la Redención, del Soberano Poder, de la Oración en el Huerto o de todos los Crucificados, están para recibir y acoger a todos los quieran estar bajo su amparo. Porque el Gran Poder de Dios, que es Padre, Hijo y Espíritu Santo, está siempre ahí para perdonarnos protegernos y darnos la salud.

Si la sola contemplación de Jesús en cualquiera de las imágenes que lo representan hace querer seguirle, entonces las hermandades han cumplido con creces su función. En un tiempo donde impera la laicidad, El que todo lo puede siempre encuentra oportunidad para enderezar los renglones de la vida y escribir siempre derecho.

(La historia es real aunque los nombres de David y Antonio son inventados)

martes, 4 de abril de 2017

Bajo tu amparo

Publicado en el Blog "El Sanedrín" de la web ElCostal.org




Que la ciudad se nueve por el sentimiento es algo que puede resultar gastado, “manido”, e incluso cansino, pero precisamente de esa certeza se alimenta todo el año. A través de esos recuerdos las personas se unen al espíritu de la ciudad fundiendo su propia identidad a la de sus vecinos, barrios e instituciones, las hermandades y cofradías y la iglesia en general, pues no olvidemos que una grandísima parte de nuestros usos y costumbres vienen marcados por una tradición de siglos de pertenencia a las mismas, haciendo además las hermandades una relación simbiótica con las familias de integración mutua que marca la identidad de ambas en sus formas y maneras de ser. Una de estas costumbres muy nuestra y arraigada es la de presentar a los recién nacidos a la Santísima Virgen y ponerlos bajo su amparo y protección.

Quien escribe también puso sus hijas al cuidado de “Por la que Reinan los Reyes”, en parte por haber tenido la fortuna de bautizarlas en la “pila” de la Catedral y también por una devoción aprendida en los Maristas visitando a diario a esa Virgencita de los Reyes, la más sevillana, a quien todos los meses de mayo ofrecíamos sonrientes, como toda Sevilla, un canto valiente porque si algo aprendimos de los hermanitos del Padre Champagnat es que a Jesús se llega por María.

Uno de los momentos más emocionantes que he tenido la suerte de presenciar fue hace muchos años, una mañana de viernes santo, soleada y esplendorosa como son los buenos viernes santo de Sevilla, en la calle Laraña ante el paso de la Stma Virgen de las Angustias. Allí, en una parada del paso se acercó una familia con su hija recién nacida vestida con su alba túnica y capa, autentico batón de cristianar de cofrades maneras, y ante su paso la presentaron a la Stma Virgen poniéndola bajo su protección. He de confesar que nunca he olvidado este momento, pues es la manifestación de fe más sencilla, sentida y sincera que he podido ver.

Si Dios quiere, este año serás tú, pequeña María, quien sea presentada ante la Madre que huele a canela y clavo. Este año serás tú, que has bendecido a tu familia con tu llegada hace muy pocos días y espero que con un pan bajo tus bracitos, porque tu madre en la tierra no va a dejar pasar ni un solo segundo sin ponerte bajo su manto. No sé si podrá esperar al viernes santo o será cualquier tarde en el Santuario, pero estoy seguro que así será. Y así nuevamente cumpliremos el rito no escrito que nos  marca el corazón en ese momento íntimo y entrañable de la más perfecta comunión entre la familia y la Virgen. En ti, pequeña María, están representados todos los niños que son, han sido y serán presentados ante nuestra Madre del Cielo, y en ti ponemos de manifiesto que como esa niña años atrás, y cada uno ante la imagen de su devoción, todos nos ponemos a tus plantas, Señora, porque todos necesitamos estar Bajo tu Amparo.