lunes, 11 de mayo de 2020

La imagen de la hermandad.


Un buen equipo de comunicación es hoy día un valor en alza en las hermandades, no solo por coordinar la publicación de los mensajes en los diferentes canales de que disponga la hermandad, sino como centro de atención a los medios de comunicación, lo que redundará en una mayor calidad de la información que se transmita.


Amanece un nuevo lunes y con el nuevas esperanzas, nuevas perspectivas y nuevas situaciones en este encierro que empezamos a remitir. Durante este tiempo ha sido fundamental el contacto con nuestras hermandades a través de las diferentes redes sociales y medios de comunicación, que nos han acercado misas, oraciones, cultos, la propia estación de penitencia, y por supuesto las noticias emanadas desde las corporaciones, así como fotografías de nuestros titulares, lo que nos ha hecho sentir su cercanía en estos difíciles momentos. Mucho hemos avanzado en términos de comunicación, ya lo hemos venido repitiendo en entradas anteriores, pero aún nos queda mucho camino por recorrer.

La hermandad en si no es ningún medio de comunicación pero si un transmisor de contenidos que por la propia idiosincrasia de las corporaciones son fundamentalmente de carácter evangelizador y en este sentido la propia Iglesia, desde SS Pablo VI, nos insta a usar estos medios para predicar el mensaje de la Salvación a la vez de enseñar el recto uso de los mismos. El propio proceso de la comunicación es algo que no se puede improvisar, a poco que reflexionemos es de sentido común que el uso de las redes sociales ha de ser cuidado y medido pues lo que en ellos se diga es directamente emanado desde el seno de la hermandad  por lo que va a resultar la imagen de la misma proyectada en la sociedad. Cualquier fallo, desliz o distracción que suponga la publicación de un mensaje no adecuado que precise de rectificación es algo que puede restar credibilidad a la institución. Por tanto es muy conveniente que las cofradías tomemos conciencia de esta nueva situación y apostemos por los nuevos medios de comunicación que se nos ofrecen y que van siendo cada vez de uso más mayoritario en la sociedad.

Apostar no quiere decir que centremos toda la atención en las redes sociales, sino que aprovechando el tirón generado por la situación actual nos formemos y preparemos en el correcto uso de las mismas, cada hermandad dentro de su propia identidad y personalidad. Es muy importante la creación de equipos de trabajo de este área con personas que tengan conocimientos en este campo (o que se formen) y, por supuesto, que conozcan a la perfección la institución en la que van a desempeñar su labor. Siempre he sido defensor que en la “casa” podemos tener gente que aporte en todos los campos (de hecho soy partidario que siempre que sea posible, y haya hermanos dispuestos a colaborar, debemos contar con su participación pues no solo cubriremos la necesidad en cada caso, sino que además fomentaremos la convivencia entre los hermanos que es una de las razones de ser de las hermandades), y este no va a ser una excepción, pero nunca debemos dejar de lado la posibilidad de contratar un especialista en este campo que nos ayude, asesore, instruya y pueda también estar operativo para cuando la inmediatez de respuesta en algunas ocasiones así lo requiera.

Un buen equipo de comunicación es hoy día un valor en alza en las hermandades. No solo por cubrir las distintas informaciones y coordinar la publicación de las mismas en los diferentes canales de que disponga la hermandad, sino además como centro de atención a los periodistas, medios generalistas de comunicación y a las diferentes web y portales de información religiosa y cofrade que se harán eco de las diferentes informaciones que puedan surgir desde la hermandad. Una correcta atención  a los profesionales redundará en una mayor calidad de la información que se transmita.

Una buena labor de comunicación no necesita ser algo ni reiterativo ni redundante, lo que nos conduciría a la pesadez y hartazgo. Ha de ser siempre veraz, honesta, conveniente y sobre todo que tengamos muy en cuenta que en todos y en cada uno de los mensajes que podamos ofrecer van implícitos siempre Jesús y María, y por tanto han de ser fuente constante de evangelización, que en definitiva será la mejor imagen que se pueda transmitir de la hermandad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario