miércoles, 25 de septiembre de 2013

Una nueva aventura

Sean bienvenidos todos cuantos tengan a bien visitar este humilde rincón que procedo a inaugurar y espero sea de vuestro agrado.

Tras mucho tiempo dándole vueltas a la cabeza, me he buscado un pequeño hueco en el que poder recopilar algunos pequeños artículos que a lo largo de los años he podido publicar en diversos medios, la gran mayoría en torno a nuestra fiesta sin par: la Semana Santa, así como incluir aquellos trabajos que no se hayan publicado y los que el futuro nos pueda deparar.

¿Por qué Jacinto y Celeste? La respuesta es bien sencilla. Todo aquel que me conozca sabe de mi especial devoción por la Santísima Virgen María, y ello unido a formar parte de dos corporaciones que históricamente han sido referente en la defensa de la Concepción Inmaculada de la Gran Señora da por zanjado el tema. Jacinto y Celeste son los colores con los que se representaba vestida a la Inmaculada Concepción en la Sevilla de las primeras décadas del siglo XVII, como se observa también en la Inmaculada de Juan de Roelas del Museo Nacional de Escultura de Valladolid. Aunque Francisco Pacheco, Primitivo Nazareno de Sevilla, en El arte de la pintura aconsejaba pintar a la Inmaculada con túnica blanca y manto azul, tal como se apareció a la portuguesa Beatriz de Silva, pero acostumbraba a hacerlo con éstos colores en sus trabajos: Inmaculada Concepción con Miguel Cid, Catedral de Sevilla; Inmaculada concepción con la Trinidad, iglesia de San Lorenzo de Sevilla, etc. Su archiconocido yerno, Diego Velázquez empleó esta misma forma en su Inmaculada, la túnica rojo-púrpura y el manto celeste.

Tras este breve presentación, pasen, acomodense y espero que les guste. Muchas gracias por vuestra visita.

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