Marzo
es cuaresma y la cuaresma es marzo. Son inseparables uno del otro aun teniendo
en cuenta la movilidad propia de este tiempo litúrgico.
La
víspera de la cuaresma viene marcada por el traslado del Señor desde Santa Ana
a su capilla de los Marineros, donde todos vibraremos de gozo ante la
imponencia de sus Tres Caídas.
La
Cuaresma Sevillana es una vorágine vertiginosa donde se suceden cultos
besamanos y besapies, pero donde se detendrá el tiempo para deleitarnos en la
memoria revivida en la que el montaje de los altares nos demuestra que por más
años que pasen todo sigue como si no existiese el reloj.
La
Virgen esta de morado el miércoles de ceniza y las dolorosas aparecen vestidas
de hebrea. Disfrutaremos de quinarios en San Andrés, San Esteban, San Benito,
San Lorenzo, San Sebastián, La O, Magdalena
y en las collaciones de San Vicente, El Arenal, San Román y en la antigua y
nueva universidad con la Cruz al hombro o soñando su eterna Buena Muerte, pero
no solo será el deleite de los sentidos ante la belleza de los montajes sino
que seremos participes de la particular forma de celebrarlos que tiene cada
hermandad, signo y sello de su propia identidad y que además nos ofrecerá un
momento d reflexión y preparación para los días pasionales que tenemos a la
vuelta de la esquina.
El
primer viernes de cuaresma desde la Janua Coeli sevillana, el primer macareno
presidirá el viacrucis por las calles de su barrio, recordándonos muy especialmente
que en su Sentencia donde se inicia el camino de la Cruz. Al día siguiente Jesús
Nazareno de Santiponce recorrerá esa misma via dolorosa en las calzadas romanas
de Itálica, marco sin igual que hace de este viacrucis una cita indispensable
del calendario de la ciudad. El lunes, primero de cuaresma, seremos todas las
hermandades la que celebremos este camino de la cruz en la Patriarcal Iglesia
aportando por turnos las cruces de guía que marcaran el rezo de cada estación y
que cada año preside una de nuestras imágenes titulares en lo que es el
pistoletazo de salida en la cuenta atrás al tiempo de la gloria sevillana. El
martes es el turno del Cristo de la Caridad quien regresa de esta piadosa forma
a su capilla tras su quinario celebrado la semana anterior. Otras muchas
hermandades también celebran su particular viacrucis en esta singular cuenta
atrás, aportando momentos muy emotivos y de gran belleza estética como el de la
Hermandad de Santa Cruz en su singularísimo barrio.
|
Foto: José Manuel Morán Sánchez @JMMoran94 |
El
primer viernes de marzo es visita obligada a San Antonio Abad para venerar el
pie del Dulcísimo Nazareno, a veces abrazando su Cruz y otras maniatado pero
siempre ofreciéndonos su mirada redentora.
Visita obligada en este día a San Ildefonso, la Capillita de San José y
la Casa de Pilatos sin perder de vista a
las parroquias de Santa Genoveva, San Ignacio de Loyola y San Antonio de Padua,
donde la devoción a Jesús Cautivo tiene nombre propio. Otras muchas imágenes se
acercaran al pueblo en estos días para que les podamos demostrar nuestro cariño
en ese beso depositado en sus pies o manos: Fundación, Jesús ante Anás,
Calvario, Piedad y Misericordia, Dolores y Providencia, Jesús con la Cruz al
Hombro y Su Bendita Madre, la Virgen del Valle ante cuyas lágrimas se marchitan
las flores.
|
Foto: Antonio Rubén González Arellano @AntonioRubn |
El
montaje de los Palcos y la rampa del Salvador nos devuelven a la realidad:
volveremos a escuchar el tic tac del reloj que nos anuncia que los días del
gozo ya están aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario