miércoles, 11 de diciembre de 2013

El palacio Litánico de María Stma de la Concepción

Como todos los años, el día de la Purísima, la que es Gloria de los Primitivos Nazarenos, baja a tendernos la mano para que con amor de hijos le demostremos todo nuestro cariño y devoción en forma de beso. Pero este año 2013 los Sres Priostes junto con sus colaboradores han querido regalar a Sevilla un montaje excepcional, totalmente novedoso, pero pleno de contenido. 

Foto: Fernando Solano Vazquez
Desde algún medio de comunicación se le ha definido como el palacio bordado, y tienen toda la razón pues lo que se ha querido representar es el salón del trono del Palacio de las Letanías donde la "Regina Sine Labe Originali Concepta" ha salido a recibirnos para que le depositemos el beso amoroso de sus hijos que la aman, la veneran y, por su intercesión, le piden a Dulcísimo Nazareno por ellos, sus familias, sus seres queridos, y por los que ya habitan la morada del Padre. Es el salón de la "Domus Aurea", casa de oro que se nos presenta en el marco dorado de la bóveda que bordara Olmo para la Catedral Bizantina que la alberga cada madrugada de Viernes Santo, que por un lado nos representa la "Ianua Caeli" o puerta del cielo por donde la Stma. Virgen ha entrado a su palacio, y que a su vez sirve de dosel para enmarcar su realeza, "Regína sacratíssimi rosarii" que porta en su mano diestra junto con el pañuelo que enjuga sus lágrimas "Mater Dolorosa". La luna bajo sus pies; La luna es el astro que preside la noche y el reino de las tinieblas y María la pisa como pisa la serpiente en el Génesis, asociada a Cristo en la lucha contra el mal al que vence.  Las cornucopias a ambos lados de la celeste puerta albergan el símbolo del voto Concepcionista de la hermandad, su Bandera Blanca, mostrándonos en un lado el Anverso con el anagrama "Quis Sicut Mariae Mater Dei Absque Labe Concepta" y en la otra el reverso de la misma el título de la  hermandad "Santa Cruz En Jerusalén" con el escudo de la misma. Flanquean también la puerta el Cirio y la Espada: "Luz" al misterio Inmaculista hasta derramar la "Sangre", si fuese menester. Completa este regio salón siete lamparas votivas: el numero de siete no es una casualidad, pues en la biblia dicho número representa la perfección: Jesús le dirá a Pedro que ha de perdonar hasta setenta veces siete; siete son los sacramentos, los dones del Espíritu Santo, las virtudes; siete lámparas votivas representan en el libro del Apocalipsis a las siete Iglesias de Asia, las principales de la cristiandad temprana.

Son solo unas muy breves lineas únicamente para esbozar todo el contenido y la simbología que encierra esta singular creación y que nos han regalado desde la hermandad. Mi felicitación a todos los primitivos hermanos, especialmente al equipo de la priostía que, en su buen hacer, han sabido aglutinar tanta doctrina en un montaje, serio, discreto y muy  elegante.

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