domingo, 16 de febrero de 2020

Proclamemos jubilosos…


Cándido Sánchez Martínez y el Himno de la Vera+Cruz


Entrevista a N.H. Pedro Sanchez Román, hijo de Cándido Sánchez Martínez, publicada en el Anuario 2018 de la Hermandad de la Santísima Vera Cruz de Sevilla.




Fue un lunes santo. No podía ser de otra manera, ese lunes santo de 2012 en el que la lluvia no permitió salir al Cristo ni a su Bendita Madre, pero si dimos publico testimonio de nuestra fe acompañando al Santo Lignum Crucis a la Patriarcal Hispalense. Unos pocos años antes habíamos incorporado la música en nuestra estación de penitencia y nos encontrábamos inmersos en darle ese sello personal que hemos venido en llamar “Las músicas de la Vera+Cruz” con música de capilla ante la Stma Virgen y un coro de ante el Stmo. Cristo recogiendo el espíritu que siempre había imperado en nuestra casa aun cuando fuésemos en silencio el lunes santo. Ese lunes de Lignum Crucis tuve la suerte de ir de diputado de los monaguillos, lo que cariñosamente conocemos como “pavero”, por lo que iba junto a los músicos. Recuerdo que, en nuestro regreso por la Avenida, la Capilla Gólgota interpretó el Himno de la Veracruz, cuya adaptación a trío de madera había realizado N.H. Sergio Asián para el disco editado por la Hdad. Cuál fue mi sorpresa al descubrir que los nazarenos que iban a mi alrededor y yo mismo, lo estábamos cantando en el “sotto voce” de debajo del antifaz. Desde el año siguiente, el Himno es la primera pieza que se canta cada lunes santo al salir el Stmo. Cristo de la capilla, y pone los vellos de punta escuchar a la “calle Jesús”, en pleno, cantarlo junto al grupo de voces graves. Es la Vera+Cruz en cuerpo y alma en las calles de la ciudad.

Y los padres de nuestro dni fueron NN.HH. Antonio de Castro García, autor de la música más universal que tiene la Vera+Cruz y Cándido Sánchez Martínez, responsable de la letra que engloba todos los sentimientos, conceptos y realidades de lo que significa ser “Crucero”, que aunque no me guste del todo esta expresión no encuentro otra palabra que sí misma defina lo que es llevar a la Vera+Cruz en el corazón. Hoy vamos a acercarnos a N.H. Cándido (como cariñosamente le llamamos todos en la Hdad.), a saber de su persona, sus pensamientos,… Para recordarle y conocerle un poco más a fondo nos hemos citado con uno de sus hijos, Pedro Sánchez Román, crucero desde antes de la cuna, con quien pasamos la tarde pensando en verde…. en verde Vera+Cruz

Pedro, cuando hablamos de una vida entera en Vera+Cruz, tu eres uno de esos ejemplos…

Mira, yo nací en el 50 y la hermandad se reorganiza en el 42 por lo que yo no conozco otra cosa que no sea Vera+Cruz.

Y además toda tu familia está vinculada a la hermandad…

Toda, mis hijos y nietos, mis hermanos, todos mis tíos, primos, sobrinos… Solo queda por apuntar a mi nieto pequeño

Es decir que entre vosotros sacáis media cofradía…

Pues fíjate, todos los Sánchez a los que tienes que sumar los Román, los Tortajada… No sé decirte cuantos somos en total.

Además sois parte de la Vera+Cruz desde el mismo momento en que se reorganiza la hermandad, pues tu padre y tu tío Manolo fueron de los reorganizadores.

Bueno eso no es del todo exacto, mi tío Manolo si fue de los reorganizadores, pero mi padre entro en la hermandad en el minuto dos.  Está desde siempre en la hermandad pero no del primer grupo, él llegó de la mano de su hermano, y desde entonces ésta fue su casa. Era también hermano de Pasión y llego a cumplir los 75 años de hermano, pero con Veracruz era especial.

El fue muy activo en la hermandad, ¿verdad? Desde que me incorporé como hermano siempre he oído hablar de Cándido como un hermano muy reconocido.

Siempre. Desde que se incorporó trabajó mucho por y para la hermandad, además en aquellos tiempos en que lo que más había era ilusión, medios los justos. Formó parte de muchas juntas de oficiales ocupando diferentes puestos. Yo lo recuerdo mucho como diputado mayor de gobierno. Una de las cosas que le debemos es el columbario de nuestra capilla, fue de los que tuvo la idea de tener un sitio para el descanso eterno de nuestros hermanos, y aunque fueron otros quienes lo llevaron a efecto en parte se lo debemos a él, que precisamente sus cenizas reposan hoy a los pies de su Cristo y su Virgen. Cuanta familia hay ya dentro: padres, tíos, hermano, incluso sobrinos… Si no recuerdo mal el primero cuyas cenizas fueron depositadas en el columbario fue Rafael Franco… cuantos recuerdos con Rafael, y qué “milagro” hizo con la salida del paso de la Virgen, porque no sé si recordarás que en ese hueco había además un altar.

En los años que llevo en la hermandad, y van para unos cuantos he tenido la suerte de conocer y entablar amistad con muchos hermanos antiguos, incluidos algunos de los reorganizadores, con los que he disfrutado mucho hablando con ellos y sobre todo escuchando sus vivencias, sus experiencias, sus recuerdos de una vida de hermandad y aprendiendo de ellos, pero a tu padre no tuve la suerte de coincidir con él, ¿qué nos podrías contar de Cándido?

Que quieres que te diga de mi padre... para mí era una buena persona y con eso te lo digo todo, pero si por la parte que toca a la hermandad te diré que era una persona comprometida, muy religioso y sobre todo muy mariano. De ese amor que tenía por la Virgen, le escribió una salutación a la Virgen de las Tristezas a modo de Salve que mi primo Manolo Tortajada rezaba en voz alta en nuestro paso por la catedral el lunes santo.

Justo de eso quisiera que me hablaras, de la afición a escribir que tenía tu padre. Si por algo es recordado Cándido en la hermandad es por haber escrito el “Himno de la Vera+Cruz”

Escribir era su gran pasión. Siempre estaba escribiendo, tenía muchos papeles con todo lo que se le ocurría. A nosotros nos hacía gracia y nos llamaba la atención es que siempre estaba contando con los dedos, contaba las silabas de lo que tenía en mente….

Aparte de lo que tiene escrito para la hermandad, ¿llegó a escribir algún libro?

No él nunca llego a escribir un libro como tal, aunque si tiene algunas cosas publicadas. Antes estábamos hablando de la gran dificultad de la salida del paso de la Virgen, porque aparte de lo estrecho del hueco donde está el paso allí había antes un altar y gracias a la pericia de Rafael Franco y sus hombres fue posible la salida. Mi padre escribió un poema sobre esto “Sale o no sale”, que Carmelo, el hijo de Rafael, lo incluyó en su libro “Martillo y Trabajadera”.

Y los escritos de tu padre, ¿se conservan?
En su gran mayoría sí. Hubo un momento que mi padre cogió sus papeles y los llevó a encuadernar formando varios libros y a cada hijo nos regaló uno. Es uno de mis grandes tesoros. Guardo el mío con mucho cariño y me gusta leerlo de vez en cuando.

Y del Himno de la Vera+Cruz, ¿Qué nos puedes decir? ¿Sabes cuándo lo escribió? Porque yo he visto varias fechas que se le atribuyen, 1955 o 1969…

El himno debe ser de finales de los 60, yo me inclino  que es del año 68 o 69. La verdad que no recuerdo como pudo surgir la idea, imagino que fue una de tantas cosas que escribió mi padre.

Me vas a perdonar pero algo donde se recoge el ideario y forma de vida que debe tener un hermano de la Vera+Cruz, justamente lo que es el Himno, no puede ser un escrito más. De hecho hoy día no se concibe un culto de la hermandad sin que cantemos el Himno y no solo ya nosotros, es que muchas hermandades y la propia Confraternidad lo tienen como propio.

¿De verdad se canta en todas las hermandades y es el himno de la Confraternidad? Yo creo que nunca se imaginó que llegaría a esto, de hecho yo no tenía constancia real de tal repercusión.

¿Hubo alguna intención especial cuando tu padre escribió el Himno, quiero decir, se pudo pretender que fuese algo que perdurara en el tiempo, como así ha ocurrido, como síntesis de lo que es la Vera+Cruz?

¿Cómo surge el himno? Ni idea supongo que casualidad, el escribió sus versos en su forma acostumbrada, poniendo su corazón y sus cinco sentidos en expresar como el sentía la hermandad. El ponerle música pudo ser casi con total seguridad por la gran afición musical de Antonio de Castro que siempre pensaba en música. Lo cierto es que entre los dos consiguieron retratar a la perfección lo que es la Vera+Cruz.

Y sin casi sin darnos cuenta se nos fue la tarde como el agua entre los dedos de las manos, porque si hablamos de Vera+Cruz estamos a gusto disfrutando del momento, pero cuando hablamos “en Vera+Cruz” el tiempo deja de existir porque es el corazón y el alma quienes hablan. Hoy nos vamos con esa satisfacción del recuerdo a N.H. Cándido, habiéndole conocido un poco más: su persona, su familia, su afición literaria que tan grande herencia nos dejó, su profunda religiosidad y sobre todo su gran amor a Cristo y su Bendita Madre que supo proyectar a quienes le rodeaban. Nos vamos con la alegría de comprobar como una gran familia, como es la de Cándido, está unida no solo en los lazos del cariño de la sangre, sino también en ese sentimiento único y especial que tenemos quienes compartimos “sangre verde” (Vera+Cruz) y que Cándido supo cómo nadie expresarlo a todos: “Formando un haz apretado, siempre a tu Cruz abrazados…” y no ya solo la Vera+Cruz terrena “Te rogamos nos concedas vivir siempre tu hermandad…” sino cuando en ese descanso en el columbario que el soñó para sus hermanos, estemos disfrutando de la presencia del Santísimo Cristo en la Vera+Cruz celestial “y siguiendo tras tus huellas, que al fin lleguemos por ellas, a gozar tu eternidad”.

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