En una salida fuera de norma es su carácter de
excepcionalidad lo que le confiere ese valor añadido de lo que decimos es
extraordinario.
En mi afán de
compartir algún pensamiento o reflexión cada semana pensaba en la fecha que nos
encontramos: carnaval, antesala de la cuaresma, pleno de cultos de las más
señeras cofradías, quinarios, septenario, besamanos y besapies, la ciudad
cuajada de azahar, el sol resplandeciente y un sinfín de circunstancias que nos
enciende el alma a los cofrades. Justo en este proceso mental me desplazo a La
Roda de Andalucía para vivir en primera persona la procesión extraordinaria en
solemne via crucis de la portentosa imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno de
dicha localidad y, como suele ocurrir, adiós a las ideas iniciales porque la
ocasión bien merece una pequeña parada.
Bajo palio de
triunfo, como procesionaba hasta los
años treinta del pasado siglo, y con un bien cuidado acompañamiento musical de
marchas serias (que no fúnebres) a cargo de la Banda de Música de El Saucejo, tenía
lugar esta extraordinaria procesión por el 365 aniversario de la hermandad, así
como por el reconocimiento tributado a la sagrada imagen por el Ayuntamiento de
la localidad nombrándole Protector Perpetuo de la misma, dada la gran devoción
que La Roda de Andalucía mantiene a Jesús Nazareno. Decimos bien al calificar de
extraordinaria esta solemne procesión, puesto que según la RAE, extraordinario
es todo aquello que se sale de lo ordinario o normal, tal y como ha sido en
esta ocasión: palio de triunfo, singular acompañamiento musical, salida en
viacrucis para disfrutar devocionalmente de la imagen del Señor, túnica
bordada, cruz original,… Incluido el hecho que no suele haber salidas
extraordinarias en La Roda de Andalucía le confiere aún más valor, uniéndose así
a la segunda acepción de la palabra extraordinario según la RAE, algo mejor que
lo normal.
¿Cuál es la
gran diferencia entre esta salida de Jesús Nazareno de La Roda de Andalucía y las
que tenemos en nuestra ciudad? Justo un aspecto que hemos comentado
anteriormente, que en La Roda no suele haber salidas extraordinarias, siendo
este carácter de excepcionalidad lo que le confiere ese valor añadido de lo que
decimos es extraordinario. Si bien para cada hermandad en su individualidad una
salida fuera de la norma es extraordinaria, en el conjunto de todas las hermandades
de la ciudad resulta casi imposible encontrar un año sin salidas
extraordinarias, dada la normativa existente para su celebración y el alto número
de hermandades existentes.
Es la salida lo que confiere a las
cofradías su punto distintivo de otro tipo de asociación religiosa, pues es
precisamente la procesión lo que da sentido a las mismas como elemento de
catequesis pública, incentivado desde la contrarreforma.
Recuerdo en
mi infancia y juventud algunas salidas excepcionales, como en 1974 el traslado
en procesión de los titulares de la Hermandad de los Estudiantes con motivo del
L aniversario fundacional de la hermandad, desde la Iglesia de la Anunciación
hasta la Catedral y posteriormente a su Capilla en la antigua Fábrica de Tabacos.
También la no menos extraordinaria salida del Cristo de Santa Cruz con la
primitiva Virgen de los Dolores arrodillada a sus pies en 1979 con motivo del
75 aniversario fundacional de la hermandad al Convento Madre de Dios y al de San
José (las Teresas). Muy recordadas también las salidas por los 25 años de las
coronaciones canónicas de la Virgen de la Amargura en ese mismo año 1979, o la
de la Esperanza Macarena en 1989. Curiosamente traigo como ejemplo de
excepcionalidad dos procesiones extraordinarias celebradas en 1979 pero, aunque
efectivamente se celebrara más de una en dicho año, debido al menor número de
salidas habituales, viacrucis, rosarios, menor número de hermandades, menos
coronaciones, y algún caso más que podría
usted añadir, y las singularidades de estas salidas indicadas, es lo que le
confirieron ese carácter tan extraordinario que quienes las vivimos tenemos en
el recuerdo.
Me gustaría
que no se tomen mis palabras como un intento de cortar por lo sano con las
salidas extraordinarias. Es la salida lo que confiere a las cofradías su punto
distintivo de otro tipo de asociación religiosa, pues es precisamente la
procesión lo que da sentido a las mismas como elemento de catequesis pública, incentivado desde la contrarreforma. He manifestado en más de una ocasión que unas
salida que consiga arrancar una oración al contemplar a las sagradas imágenes a
alguien que habitualmente no rece ya habrá cubierto con creces su objetivo,
pero por el gran número de hermandades existentes y circunstancias contempladas
para la celebración de las mismas, sería conveniente una buena preparación de
las mismas que le confiera ese carácter extraordinario que haga que, tanto su
realización como su recuerdo, sea imborrable.
Reflexionemos.
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