domingo, 15 de septiembre de 2019

El Tiempo Relativo




Continuando con el estudio científico de nuestras cofradías y siguiendo con el tiempo como protagonista, vamos a fijarnos en esta ocasión en la distinta percepción que pueden tener del tiempo dos personas distintas dependiendo de la velocidad con la que se mueva cada una con respecto al sistema de referencia que tomemos como base. Es lo que enunció Einstein en su teoría de la relatividad espacial. No vamos a hacer viajes espaciales ni mucho menos, lo que sí vamos a observar, aprovechando este planteamiento, es cómo podemos tener una distinta medición del tiempo cofrade según el sistema de referencia que usemos, es decir teniendo el punto de vista de dos personas distintas situadas en diferentes puntos del mismo entorno.

Si en un post anterior hablábamos de la variación del tiempo de paso de una cofradía a través de la evolución en la longitud de sus cortejos, hoy quisiera reflexionar en lo que es el tiempo de paso por el inicio de la carrera oficial. Evidentemente es sabido que a mayor longitud de un cortejo se requiere mayor tiempo de paso, pero también es de sobra conocido que no tienen el mismo ritmo, o cadencia de paso, el cortejo de nazarenos y los pasos. Como tampoco es el mismo tiempo el de las cofradías de negro que el de las que llevan música, lo que hace este estudio bastante singular.

Varios años se han efectuado (y se siguen haciendo) controles del tiempo de paso de cada hermandad, contando incluso los nazarenos e integrantes del cortejo, acólitos, bandas, personal auxiliar… Se han realizado también mediciones del tiempo que tarda cada paso desde el palquillo de toma de horas en la Campana hasta la entrada en calle Sierpes. Pero, particularmente, creo que estos estudios se nos quedan cortos, pues solo tomamos un sistema de referencia concreto que es el paso estrictamente por la Campana. En mi entender para tener una visión más completa de la situación habría que realizar otros estudios teniendo en cuenta distintos sistemas de referencia.

En primer lugar, es muy interesante conocer como es el comportamiento en las chicotás inmediatamente anteriores al palquillo, desde la Plaza del Duque incluyendo la vuelta antes del palquillo los que vienen de Trajano y Javier Lasso. También interesante de conocer el discurrir de las que vienen por Velázquez, incluyendo una vuelta, muchas veces nombrada, como es la de Rioja a Velázquez. Hoy en dia y gracias a las retransmisiones de televisión podemos comprobar como hay de todo, hermandades que discurren con mucha celeridad aunque lleven música y otras que son mas pausadas.

No menos interesante de conocer es la forma de discurrir por calle Sierpes cuando, tras la apoteosis del paso por Campana, las hermandades suelen “volar bajo” para llegar en hora a la Plaza, siguiente control horario. Curiosamente en Sierpes no hay cámaras más allá de la situada a la entrada de la calle que puedan darnos imágenes que ilustren este discurrir, pero no nos resulta desconocido por la percepcion que de él tenemos de cuando pasamos por esta calle en la estación de penitencia de nuestra hermandad. Y al igual que en dos calles contiguas observamos diferentes formas de andar de la cofradía, si "alejamos el zoom" en nuestra mente y contemplamos el recorrido de la procesión en su integridad, podemos comprobar como segun las calles y los momentos existe todo un abanico de posibilidades en la forma de transitar de la hermandad.

No pretendo estar en posesión de una verdad absoluta (válgame Dios), ni tampoco decir que lo que se ha hecho hasta ahora no es válido. El fondo de esta pequeña reflexión es que por centrado que podamos tener una cuestión hemos de aplicar una visión más amplia, pues siempre puede existir algún factor externo que nos determine un determinado comportamiento. Quizás nada es del todo empírico…, relativicemos…

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